De la noche a la mañana las mascarillas se han convertido en un complemento más de nuestro atuendo, así como el gel hidroalcohólico imprescindible en nuestro día a día, y así seguirá siendo mientras dure la pandemia del COVID-19. Muchos sanitarios han compartido imágenes en las redes sociales con el rostro irritado e incluso con hematomas y úlceras, como consecuencia de llevar los equipos de protección durante largas jornadas de trabajo.
Ahora con la desescalada del confinamiento, el uso de mascarilla continuado se ha hecho extensible a otros sectores laborales (comercios, peluquerías, taxis, en oficinas) provocando problemas en el cutis que vamos a analizar en este artículo.
Según el tipo de mascarilla pueden ser más o menos lesivas, las FFP2 y FFP3, que van más ajustadas al rostro y son más herméticas, dañan más, por la compresión y la humedad que producen. Pero cualquier mascarilla, aunque sea una quirúrgica, supone una agresión para la epidermis, por la presión, el roce y las zonas de ajuste.
En general, los problemas que provocan son picor, enrojecimiento e inflamación. En las pieles más sensibles o grasas se observa la aparición de granitos por la falta de transpiración correcta y el taponamiento de la glándula sebácea.
Si existen patologías previas como acné, rosácea o dermatitis seborreica, éstas se pueden agravar precisando de tratamientos específicos.
También se dan casos de dermatitis alérgica a algunos componentes de la mascarilla (la parte metálica o las gomas de sujeción) que pueden provocar irritación intensa.
¿Qué podemos hacer para aliviar nuestra piel?
Debemos ser muy constantes en la hidratación y la limpieza (por la mañana y la noche). Elegiremos cremas hidratantes ligeras, y para la limpieza diaria agua templada y geles sin jabón antisépticos, como Germisdin. Recomendamos el uso de serums con ácido hialurónico que aportan poca grasa pero que ayudan a retener el agua en la piel.
En las zonas de roce de la mascarilla se puede aplicar algún producto con efecto barrera, como la vaselina. Para los sanitarios que emplean las mascarillas más estancas, y tienen turnos muy largos, se puede usar un apósito protector en el puente nasal y las mejillas.
Es preferible evitar el maquillaje, pero si queremos usarlo debemos utilizar productos libres de aceite para que no se obstruya el poro.
Si ha aparecido dermatitis debemos lavar la zona con jabón suave o agua micelar y aplicar crema hidratante, pero si el problema persiste lo mejor es consultar con el especialista que posiblemente nos recomendará una crema de corticoides suave durante unos días.
¿Debemos usar protección solar?
Así es. El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos ha lanzado la campaña anual de Fotoprotección 2020, en la que advierten de que es necesario usar protección solar en la piel aunque esté cubierta por la mascarilla. Informan, a través de un comunicado, de que no todas las mascarillas protegen frente a todos los tipos de radiación, así que como es habitual, media hora antes de la exposición hay que aplicarse el protector solar y aplicarlo de nuevo cada 2 horas.